domingo, 9 de mayo de 2010

Solo de violín a la vida retirada

¡Qué bien vives! Me dicen algunos mientras toman unas cañas en el bar, ¡qué bien vives! Me dicen otros mientras compran, ¡qué bien vives! Me dicen los que van a trabajar…
“Qué bien vives”. Por las monedas sueltas que me dan, porque piensan que me gusta la vida fácil, porque ven que no hago nada más que estar ahí tirada en el suelo cuando debería estar estudiando para trabajar o trabajando para poder estudiar. Porque creen que mi vida consiste en esperar en la calle a que me echen monedas mientras toco cuatro notas desafinadas de violín. Dios, mi violín, mi única vía de escape de este mundo loco.

Como si ellos no vivieran bien.

Cierro los ojos, cojo el violín, lo acaricio, poso el arco sobre las cuerdas, suavemente. Odio, ira y rabia transformadas en melodía. Belleza hipócrita en la que nadie se fija, nadie consigue ver más allá.

O tal vez sí.

3 comentarios:

Ramón Mejía dijo...

Talvez tu violín es tu única vía de escape de este mundo de desesperanza, pero también es tu boleto para estár en el ¿no crees?

PD: gracias por hacerte seguidora!!!
Se te aprecia...
ojalá tengáis tiempo para pasar por mi blog algún rato...
Besos!!!

Cristóbal S. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Javi M. Zapata dijo...

Buen escrito en el que ,de nuevo, en poco espacio has sido capaz de hacerme pensar y buscar mi propio violín. Ojalá tuviera talento para tocar un instrumento y buscar mi vía de escape ahí, que siempre es más sano que cualquier otro vicio. De todas formas es triste que se desperdicie tanto talento y años de estudio en la calle y de esa manera.