viernes, 8 de abril de 2011

Soy.

Estoy hecha para gustar.
Y estoy hecha para ser odiada.
Estoy hecha para intimidar,
pero también para no ser respetada.
Y no hay nada que hacerle.
Lo soy todo,
yo soy nada.
Mis tacones son demasiado bajos,
mi cuerpo demasiado erguido,
mis pechos inocentes,
mis orejas puntiagudas.
No me gustan mis pies,
ni mi futuro,
pero me encantan mis manos.
Y mi voz.

Tiempo al tiempo

Decía Borges que el tiempo es la materia de la que hemos sido creados. Somos tiempo, y no nos damos cuenta. Somos tiempo y no lo podemos separar de nosotros. Cuando decimos que no tenemos tiempo estamos diciendo que no existimos. Somos esclavos. Todo lo que somos depende de unas simples manecillas de reloj.
Decía Borges que el tiempo es la materia de la que hemos sido creados. Y dependiendo de mi estado de ánimo yo lo interpreto. Según día puede ser como dije arriba, o puede ser que el tiempo es relativo, que no podemos guiarnos por un tiempo para cada cosa y cada cosa a su tiempo, que somos unos estructuradores de vida obsesivos y realmente de lo que no nos damos cuenta es que la vida es discontinua. No hay horarios ni equilibrio, ni nada definido de antemano. La vida no para ni corre. Simplemente fluye.
Decía Borges que el tiempo es la materia de la que hemos sido creados...