Quiero saber. Saber dónde estás.
Y por qué no escribiste nada.
Se te olvidaron tus zapatillas nuevas. Las de lona que te regaló mamá.
Lo dejaste todo en el aire.
"Que se resuelva solo. Que me lo resuelvan".
Te las pusiste una vez. Para desayunar. En la radio sonaban Sabina y Serrat, tus poetas de azúcar y cigarro.
Consiguieron raparte al dos. Pero te moriste con barba.
La enfermera llegó dos minutos tarde a afeitarte. Lo tenías todo planeado.
Qué genio barbudo.
2 comentarios:
Un genio exquisito, seguro. Que no volverá porque no se ha ido.
Un MÚA muy fuerte en la frente.
Hija, lo has clavao con cuatro frases, te quiero
Publicar un comentario