domingo, 2 de enero de 2011

Pide que pide, come que come

Si me dejaran elegir, no existiría la Navidad. Sólo serían unas vacaciones más, dos semanas de descanso para empezar el año con más fuerza. Si me dejaran, cerraría todos los centros comerciales, y en estas dos semanas nadie podría comprar comida, ni regalos, ni un centenar de cosas estúpidas.
Alucinando me quedé en mi última clase de italiano en la facultad, cuando al preguntar la profesora que era lo que nos gustaba de la Navidad la mayoría respondió "ver a la familia" (a la que parece que no tienen tiempo de ver en todo el año) y "los regalos". Estamos hablando de personas universitarias, de mas de 18 años, que disfrutan de la navidad por los regalos. Hoy no me apetece ponerme poética ni me apetece contar cuentos, hoy cuento directamente la verdad.
Atraco a mano armada (con el ticket de compra) en tiendas y jugueterías. 'Toys 'R' Us' devuelve los juguetes defectuosos o recién comprados por tickets regalo, sin posibilidad de que te devuelvan el dinero. Las uvas encarecen de manera bestial y, encima, aparecen los casos de "en lata, pequeñas y sin pepitas para mi niño, aunque me cuesten el triple que las normales". Lo último en vestidos y tacones para ser lo más a cualquier precio. Catálogos de juguetes con casillas de "me lo pido" por todas partes, cartas para los reyes con líneas infinitas, ¡increíble, si te pides el catálogo entero te sobra espacio! Comidas para veinte personas que son consumidas por seis, horas tiradas en la cocina para después tirar comida que sobra. Cólicos y lavados de estómago mientras la otra mitad del planeta se muere de hambre. ¡Que se muere coño!
Pide que pide y come que come, tú, tú y solo tú. Gente loca, neurótica, hasta arriba de paquetes, corriendo de aquí para allá como enfermos, orgullosos de su estrés.
Que pasen una feliz y humilde Navidad, si son capaces. Tarea difícil.

5 comentarios:

Irene Bebop dijo...

Las personas somos así de egoístas, pero no sólo en Navidad. El resto del año también.

PD. Me mantengo firme en mi convicción de que los regalos molan.

Unknown dijo...

¡Feliz Navidad Sara! Yo esa reflexión es que ya paso, somos consumistas por naturaleza y eso saben verlo quienes tienen la oportunidad de quitarnos hasta la última gota de sangre en navidad.

De todas formas seamos felices mujer, que el mundo está lleno de injusticias y si nos enfadamos por cada una de ellas dejaríamos de ser personas.

Un beso!!

P.S. Y sí, coincido contigo.

Sara Fullera dijo...

Lo sé, parece una espiral sin salida porque nos lo ponen difícil. Tengo ganas de irme de aquí, conocer otras culturas lejos de la europea, conocer países más pobres que valoren otras cosas y de otra manera... Creo que esa es nuestra única salvación para que todo esto nos empiece a dar asco de verdad. Somos enfermos occidentales.

Unknown dijo...

Sarita, el hombre en occidente y en oriente, el sur y el norte, en la playa o en la montaña es consumista por naturaleza. Ambicionamos más y más, tener algo más que los demás. Solo hay que ver los primeros entierros donde se enterraban a gente con sus posesiones.

Puedes irte ahí al pleno Amazonas y podrás ver gente que vive ahí sin ropa y en una cabaña, pero fijo que el jefe, el líder, tendrá la cabaña más grande y los collares más hermosos.

Yo no llamaría tanto consumismo humano, sino ambición por tener más, ser más que alguien, y la ambición es lo que nos ha hecho estar donde estamos ahora y haber conseguido eliminar muchas injusticias del pasado.

Tocho de comentario que te he dejado eh! Besos!

Anónimo dijo...

El espiritu de la navidad es otra cosa de la que se vive actualmente, tienes razon en decir que quieres conocer otras culturas para valorar otras cosas, cuando lo hagas sentiras que tu ser se expande de una forma tal que no podras volver a ser la misma, seras mejor...