Vuelve septiembre, otra vez. Septiembre muchas veces te cambia todo, otras veces, te devuelve a la rutina y otras, como a mí, te llena de incertidumbre. Para mí el año nuevo no empieza el 1 de enero, empieza en septiembre, da igual el día.
Esas supersticiones absurdas que tiene la gente cuando llega año nuevo, como ordenar la habitación, cambiar las cosas de sitio, comer uvas, cambiar de look, llevar ropa interior roja... Esas estupideces yo no las hago el 1 de enero, no señor, yo las hago en septiembre.
De pequeña, amaba y, a la vez, odiaba terriblemente septiembre. La primera quincena iba a la playa con mis padres, pero al día siguiente de volver a casa ya tenía que ir al colegio y, para colmo, siempre me perdía la pequeña feria de mi barrio, que es del 4 al 8 de este mes, y los coches de tope tendrían que esperar hasta que llegara la feria de la ciudad.
Ahora, para mi septiembre es otra cosa totalmente distinta a la que era entonces. No es como marzo, que el pobre pasa desapercibido porque no tiene ningún acontecimiento a destacar, ni como mayo, que es alegre y vivo, y está lleno de fiestas. He llorado por septiembre. Siento que me da tiempo y que a la vez me lo quita, y eso me provoca miedo, porque encima de que me quita tiempo no sé ni para qué me lo está dando. Esto me hace pensar que algo tengo que hacer, que hay algo que debo cambiar, pero nunca me dice el qué. Este año he decidido que no voy a buscar ese algo, voy a dejar que me encuentre él solito. Y sé que el 30 de septiembre ya me habrá encontrado... y que el 1 de octubre me levantaré con resaca y será año nuevo, y vida nueva.
2 comentarios:
Para mi septiembre, sobre todo cuando entra el otoño la última semana, es la época del año más preciosa. Reencuentros y adioses se juntan en muy poco tiempo inundando de sentimiento a cada cual mientras un bonito paisaje ayuda a crear esa sensación. En fin, ¡wake me up when september ends!!
Yo también siempre he pensado que Septiembre es el principio del año. Es realmente cuando empiezas otra vez, en enero todo sigue como en diciembre. Las cosas siempre aparecen cuando no las buscas, seguro que ese 30 de septiembre lo has encontrado.
Publicar un comentario