miércoles, 12 de marzo de 2014

Casi ocho. Te odio, parte I.

Agua tibia y cuerpo en tinieblas. Suavidad externa en mitad de mi guerra orgánica. Sólo tú sabes calarme. Pero no estás, nunca estás.
Ni si quiera en sueños.
No te pongas melodramacursi porque me da la risa.
A veces casi maldigo en voz alta tu nombre, pero tengo que hacerlo en silencio. Nunca nadie puede escucharme hacer esto por ti, contra ti, para ti.
Te odio, sí, te odio: pero a medida de que te odio se me van haciendo necesarias las palabras; tengo que gritar. ¿Comprendes? Si tú no fueras tú, no diría esto. Porque tú tiene que ser tú, diferente, exclusivo, único.
Tienes que oír mi grito de amor con su voz, tocarlo con su carne y aceptarlo como es. Desnudo. Libre.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Muy bello Sara, te leo y fluyo rápido:

Lucha interna:

La gran lucha interna... el quiero y no puedo...me quiebro y me crezco. Pero es un espejo. ¿No lo ves?... Te estoy llamando en silencio, y me llega un lejano "bip" de un contestador ausente.

Son palabras echadas al agua, escrita con tinta fresca, si las guardo me la escribiré en la piel...por dentro, donde mi alma quebrada las lea, si las suelto, se diluirán en tu pozo ciego de indiferencia.

Porque te odio, y te odio porque te quiero. En una relación no equivalente, de la que yo salgo perdiendo, te grite lo que te grite, es a mí a quien más odio, por no ser lo que tú quieres y por no disfrazarme de lo que no soy.

¿Quién te crees? me puedo pasar horas valorando de lo que careces, pero aquí me ves, arrastrándome y sin orgullo, porque el orgullo no es un momento de firmeza, no es arrebato lúcido, hay que cumplirlo aunque duela... hay que cerrar esa historia...Para abrir una nueva.

Sara Fullera dijo...

Tengo ganas de escribirte largo y tendido Kaelon, dame unos días que no tengo tiempo de respirar y te contesto, tanto a esto como a lo otro, que está pendiente.
Beso fuerte. Sigue así.