sábado, 19 de octubre de 2013

Humana.

En cualquier momento los 14 billones de neuronas del cerebro disparan impulsos a velocidades de 725km/h. No las controlamos la mayoría de veces. 
Cuando sentimos un escalofrío, nos estremecemos, cuando nos excitamos, adrenalina. El cuerpo obedece de forma natural a sus impulsos… Por eso es tan difícil controlarlos. 
Claro que algunas veces tenemos impulsos que preferimos no controlar… que más tarde preferiríamos haber controlado.
El cuerpo es un esclavo de sus impulsos. Pero hay algo que nos vuelve humanos… y que podemos controlar. Después de la tormenta, después de la carrera, después de revivir un momento pasado podemos relajarnos y limpiar nuestra mente. Podemos intentar olvidar el pasado… y otra vez.

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