jueves, 17 de marzo de 2011

Ay, mi niño de pelos de otoño. No quiero ser libre y al mismo tiempo prisionera. No quiero ser la que escribe sobre su vida, quiero vivirla. No quiero que me quieras, porque te odiaré. No quiero que me odies, porque te querré. Quiero que me entiendas, pero no espero que lo hagas.
Ay, mi caballerosamente desnudo. Extirpar tus labios, tu lengua, tu cuello. Extirpar ideas, pensamientos, recuerdos. Tu conciencia y tus algos.Y yo vuelo, olvido, abrazo y vuelvo a ti. Quito las pilas del despertador y desayunamos a las siete de la tarde, nos duchamos a las nueve, juntos, y volvemos al amor del cuarto de los elefantes a las doce, porque antes almorzamos.
Ay, con tu sentir de tormenta. Amor que con el casco puesto me dices amor. Y que con tus ojos de llanto me pides una tregua.

2 comentarios:

Dani M.L. dijo...

me gusto mucho¡¡ muy bueno y el dibujo también.

Sara Fullera dijo...

Un intento de poema freestyle...
Y la imagen, es que Quino es muuuuuy grande.