viernes, 8 de abril de 2011

Soy.

Estoy hecha para gustar.
Y estoy hecha para ser odiada.
Estoy hecha para intimidar,
pero también para no ser respetada.
Y no hay nada que hacerle.
Lo soy todo,
yo soy nada.
Mis tacones son demasiado bajos,
mi cuerpo demasiado erguido,
mis pechos inocentes,
mis orejas puntiagudas.
No me gustan mis pies,
ni mi futuro,
pero me encantan mis manos.
Y mi voz.

1 comentario:

Javi M. Zapata dijo...

Y así tal y como eres me encantas toda tú